Mi familia tiene muchas "patas" ancladas en diferentes puntos del globo. Una de ellas está en el país Vasco... allí mi abuelita pasó varios de sus años de vida, tuvo un novio del cual la guerra civil la separó...
Muchas tristezas y alegrías acompañaron a mi familia en ese lugar, pero hay algo que nunca dejó de latir en ella, y es la música y el canto...
Los dejo con mi tío Horacio y mi prima Marisa, con un ejemplo de sobremesa clásico ... el audio no es muy bueno, pero basta para sentir la energía ... quisiera que sigamos cantando en nuestras sobremesas, y no hablemos tanto de pálidas y de inseguridad... quisiera que mi tío Horacio, si volviera a la vida, no viera que el mundo está peor que cuando nos dejó hace una década... quisiera que siempre cantáramos y fuéramos felices como él.
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