SOBRE LA INFLUENZA

Por Mariano Noriega Elío (*)

Envío algunas reflexiones sobre lo que casi se ha vuelto un monotema, escritas con fiebre de más de 38.5 grados centígrados de enojo. Al terminar estas líneas me voy a internar al hospital, pero por un coraje gigante.
El Dr. Marc Siegel dice que esta epidemia está en los medios de comunicación y, por supuesto, yo añado, en la cabeza de los burócratas del gobierno federal mexicano que quieren usarla para otros fines.
Ya han logrado que casi nadie hable sobre los verdaderos e inmensos problemas del país. Se decía, en un principio, que los más afectados eran las personas de 21 a 40 años, entonces ¿por qué suspendieron las actividades en las escuelas y no en los centros de trabajo y en el transporte público? ¿No es muy raro que no se haya trasmitido el virus entre los trabajadores, pues éstos siguen laborando como si nada, y entre todos los usuarios del transporte público que, sólo en el Metro de la Ciudad de México ronda los 5 millones de transportes al día? En los medios de comunicación no he visto a nadie que haya enfermado, a pesar de que no usan cubreboca, ni mantienen ninguna medida de las que anuncian hasta el hartazgo. ¿Cómo puede hablarse de una epidemia si van menos de mil casos confirmados en una población de 107 millones de habitantes? La influenza y neumonía mata en México alrededor de 15 mil personas todos los años y nadie dice nada. Todos los años tenemos varios brotes epidémicos de gripe e influenza que sí llegan realmente a nuestras familias y de las cuales sí nos contagiamos todos: familia, compañeros de escuela y de trabajo; sien embargo, todo el sistema de salud se queda callado. En este "epidemia" nadie se contagia ¡qué raro! De repente uno se entera que le dio a una persona, pero curiosamente a ningún otro miembro de la familia o a ningún amigo o a ningún compañero ¡qué extraordinario!, debe ser por los cuidados. Por cierto, como dice el Dr. Siegel ¿qué tiene que hacer en una epidemia Calderón o su secretario de salud hablando sobre el lavado de manos o las corbatas contaminadas, en vez de un verdadero equipo de epidemiólogos?
Lo que sí ya se sabe es cómo va a evolucionar la “epidemia”, pues los resultados en esta semana y las próximas saltan a la vista: el gobierno, que nos impusieron con un fraude electoral, se convertirá en el salvador de quién saber cuántas muertes y daños que podrían haberse causado de no ser por las maravillosas medidas que se tomaron. ¿Se imaginan qué mejor justificación para poder seguir bombardeándonos con otros 23 millones de spots, ahora no del Instituto Federal Electoral, sino del gobierno por esta epidemia nacional? Si ahora ya ni ellos mismos se soportan de salir cada segundo diciendo que el gobierno ha sido una maravilla, aunque esta información no se puede usar con fines políticos y es ajena a cualquier partido político, ¿entonces para qué nuevamente este conjunto de mentiras? En tiempos de campañas electorales el gobierno no puede hacerse propaganda los dos meses anteriores, o sea, en este caso a partir del 5 de mayo, puesto que las elecciones serán el 5 de julio, pero hay una sola excepción: EN CASOS DE EMERGENCIA NACIONAL. Qué buen pretexto ¿no? Lo que le viene a uno a la memoria es el video de la inducción del miedo para cambiar el voto en una población escasamente informada como la nuestra (sería muy útil consultar sobre el concepto de la doctirna del shock de Naomi Klein). ¿Podrá esto revertir las tendencias de la casi segura victoria del PRI en las elecciones ¡qué horror! por un empate o una victoria del PAN ¡qué terror! o la posposición de las elecciones para mejores momentos?
Ojalá podamos contagiarnos entre todos, pero de las razones que llevaron a esta lamentable situación. Hay fuertes rumores de que esto permitiría a Calderón seguir saliendo en la televisión porque éste sí es un caso de emergencia. Además, qué maravillosa justificación esta epidemia para gastar los 47 mil millones de dólares del FMI -qué amables, qué solidarios y qué solícitos con nosotros los mexicanos ¿no?- y para argumentar que no se debe al pésimo manejo que han hecho con el dinero de todos, ni a la pérdida de soberanía, ni a seguir hipotecando al país, sino que es un caso de emergencia nacional. Todas las patrañas que han inventado durante estos años (para ver esto ordenadamente no hay más que leer a Sara Sefchovich en “país de mentiras”) ahora pueden justificarlas por un catarrito (ése que en lo económico se volvió neumonía y, en materia de salud, la influenza mortal se volvió un catarrito, pero ¿quién se acuerda de la primera?). Ahora qué buenas razones tienen los empresarios nacionales y extranjeros para seguir sin pagarles a los trabajadores o despedirlos, pues la epidemia -no contagiosa- los dejó en la calle. Eso mismo ha sucedido con las trasnacionales y las grandes empresas nacionales en estos 25 años de neoliberalismo. Eran, igual que ahora, puros pretextos. Hay que seguir a Obama en sus discursos sobre la ruta de las trasnacionales para ver lo que han hecho en el propio Estados Unidos ¿qué podemos esperar nosotros?
(*) Mariano Noriega Elío es Profesor de la Maestría en Ciencias en Salud de los Trabajadores Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, Ciudad de MéxicoPágina web de la maestría : http://cbs.xoc.uam.mx/posgrados/mcst

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Otra nota acerca del mismo tema :
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Berlin 1 de mayo 2009
Por motivo de la recién creada pandemia mediática de desinformación global, un grupo de colectivos e individuos de distintas nacionalidades (América latina y Europa) decidimos realizar una acción de información, colgando un gran anuncio sobre un edificio ubicado en una de las principales avenidas de la capital alemana, la friedrichstr. Buscamos evidenciar las anomalías en este fenómeno por demás televisivo, retomando el concepto de doctrina del Shock creado por la economista, política y periodista Naomi Klein, donde explica la utilización de la herramienta del Shock para justificar luego de su aplicación, políticas económicas de privatización, depredación, desempleo, empobrecimiento y hambre permitiendo doblegar a grandes sectores de las sociedades modernas. Todo esto en el preámbulo de una economía norteamericana que no acaba de salir de la crisis. En México las reformas privatizadoras de los recursos energéticos siguen sin mostrar los avances hasta estos momentos. Se maneja por otra parte la unión económica de América del Norte donde se involucra a Canadá, Estados unidos y México, el Shock de la pandemia podría ser suficiente para aprobar un conjunto de políticas regionales que perjudicarían sobre todo a la sociedad mexicana por ser el país más pobre que entraría en los acuerdos. A nivel global la OMS junto con los medios de comunicación masiva han logrado expandir el pánico a nivel mundial, la reactivación económica, parece ir a paso lento lo que hace necesario expandir la pandemia a todos los continentes, buscando reactivar la industria armamentista y farmacéutica, las cuales han demostrado sus capacidades para la tarea de revivir economías. ¡No tenemos miedo, nos informamos de una manera crítica! ¡Alto al sensacionalismo mediático!